El alma y el infierno

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Bienvenidos a Abre mis Ojos. Abre mis Ojos es patrocinado por la Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica en donde estamos dedicados a restaurar el cristianismo original para hoy.

 

Mi nombre es Eduardo Elizondo y me da mucho gusto saludarlos en esta edición de Abre mis Ojos en donde vamos a abordar un tema muy interesante. Quizás es el tema donde la mayoría de las personas que están considerando buscar a Dios, considerando explorar la Palabra de Dios o aquellos que han sido desilusionados por el cristianismo y por las religiones de este mundo, es quizás el tema crucial fundamental, el tema del cielo y del infierno.

 

En realidad vamos a hablar acerca del tema del infierno y también del cielo, de lo que dice la Palabra de Dios, de lo que no dice la Palabra de Dios y vamos a empezar a analizar lo que dicen las Escrituras con respecto al infierno y con respecto al cielo. Porque hay muchas ideas que son erróneas, que son quizás manufacturadas por algunas personas, por escritos, por el engañador mismo que realmente nos han hecho dudar de Dios, nos han hecho dudar incluso de la existencia de Dios. Porque ¿realmente existe un Dios que por algunos años en esta tierra de vida física nos vaya a condenar perpetuamente a sufrimiento eterno en un infierno ardiendo, en un lago de fuego y azufre?

 

¿Son estos conceptos del infierno de Satanás el diablo correctos? ¿Y acaso es lo mismo lo que dice acerca de Satanás el diablo y sus demonios de lo que dice acerca de las personas que Dios creó a Su misma imagen y semejanza? ¿Hay esperanza? ¿Qué acerca del cielo? ¿Es acaso un lugar allá donde están los ángeles tocando arpas? ¿Se está refiriendo a este cielo que vemos? ¿O se está refiriendo a otro lugar?

 

Vamos a empezar a platicar acerca de estas preguntas, porque tenemos que hacernos estas preguntas y verdaderamente analizar, dejar a un lado quizás todo lo que hemos creído en el pasado acerca del cielo y del infierno y empezar de cero. Empezar a analizar lo que dice la Palabra de Dios, quizás usted sea un conocedor de la Biblia, quizás usted ya haya leído Escrituras que hablan acerca del cielo y del infierno, que hablan acerca de la paga para aquellos que rechazan a Dios, quizás usted haya leído de la recompensa para aquellos que son fieles hasta el final.

 

¿Es acaso el cielo y el infierno como lo pinta la mayoría de las religiones, la mayoría de las iglesias? ¿Es acaso en realidad lo que sucede con los seres humanos, tenemos acaso un alma inmortal que se va a alguno de estos dos lados, o incluso a un limbo o purgatorio que es un lugar quizás en medio de los dos? ¿Son estos conceptos inclusos racionales como seres humanos?

 

Muchas personas han sido realmente alejadas de la religión en general, porque no pueden creer que exista un Dios así, no pueden creer que esta sea la realidad, que por 50, 60, 80, 100 años de vida, una persona vaya a sufrir eternamente en un lugar donde ni siquiera esta tan definido, con llamas de fuego en el centro de la tierra, con lava volcánica, con fuego y azufre por el resto de la eternidad.

 

Tampoco la idea de estar en el cielo, sentado en una nube tocando un harpa, no es tampoco tan emocionante que motive a las personas a buscar a Dios. ¿Pero es acaso esta idea, estas nociones acerca del cielo y del infierno son Bíblicas? Porque si no están en la Biblia, como ya hemos mencionado en episodios anteriores, no son la verdad o puede que no sean la verdad, puede que concuerden con la verdad pero la única fuente de verdad al 100% es la Palabra de Dios, la Biblia, y es lo que vamos a hablar el día de hoy.

 

Vamos a comenzar este tema, que va a ser amplio, y vamos a hablar los siguientes episodios de Abre mis Ojos. Pero vamos a empezar abordando el tema del infierno. Pero antes de hablar del infierno, tenemos que abordar un tema muy importante acerca del alma inmortal porque este es el concepto que realmente une al cielo y al infierno. Aquellos que creen en un cielo y en un infierno que son eternos parten del concepto que tenemos un alma inmortal, que el hombre tiene un alma inmortal, pero ¿es esto cierto?

 

Ezequiel 18 nos dice lo siguiente en el versículo 4, con respecto al alma si es que es inmortal o no. Ezequiel 18:4: “He aquí, todas las almas son Mías. Como el alma del padre, así también el alma del hijo, ellas son Mías. El alma que peque, esa morirá.” Entonces nos dice que “El alma que peque, esa alma morirá.” ¿Cómo puede entonces un alma morir? A menos que sea un alma mortal, un alma temporal. El versículo 20 lo afirma, dice muy claramente la Palabra de Dios “El alma que peque, morirá. El hijo no llevará la iniquidad del padre, ni el padre llevará la iniquidad del hijo. La justicia del recto será sobre él, y la maldad del malvado será sobre él.

 

Dios está diciendo que cada uno de nosotros somos responsables de nuestras acciones, pero el resultado final del pecado es muy claro: “el alma que peque morirá.” No habla acerca de un alma inmortal. Ahora, tenemos que hablar también y analizar acerca de cómo está compuesta nuestra existencia, porque fuimos hechos de carne y hueso pero Dios también nos da el aliento de vida.

 

Cuando Dios creó a Adán, lo creó del polvo de la tierra. En Génesis 2:7 dice lo siguiente: “Entonces el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y respiró en sus fosas nasales el aliento de vida; y el hombre se convirtió en un ser viviente.” Este ser viviente es la palabra “nephesh” que significa un ser viviente, un alma viviente. Entonces en realidad el alma es lo que da vida al cuerpo, pero no es inmortal, porque el alma que peque, como ya leímos, morirá.

 

Estamos compuestos de carne y hueso y sangre, pero igual cuando Dios formó a Adán del polvo de la tierra, si Él no hubiera respirado en sus fosas nasales el aliento de vida, no hubiera tenido vida Adán. Pero nosotros tenemos también la misma vida porque la heredamos de nuestros padres Adán y Eva, y es esta misma vida a través del aire que Dios respiró que ha sido heredado generación tras generación hasta llegar al día de hoy.

 

Entonces nosotros tenemos un cuerpo, con carne, sangre y huesos. Pero también tenemos el aliento de vida que Dios nos dio como seres humanos. Pero vamos a ver algo muy interesante acerca de donde está la vida, ¿está en el cuerpo? ¿O está en el aliento de vida?

 

Vamos a Levítico 17:10 que dice lo siguiente: “Y cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que estén viviendo entre ustedes, que coma cualquier sangre,...hablando de los sacrificios, pero en realidad de cualquier sangre, dice… Yo colocaré Mi rostro contra esa alma que come sangre, ...ojo un alma puede comer porque es una persona, es un ser viviente,... y lo cortaré de entre su pueblo.

 

Versículo 11: “Porque la vida de la carne está en la sangre....” Muy claro, muy claro... “la vida de la carne está en la sangre… y explica por qué… Y la he dado a ustedes sobre el altar para hacer una expiación por ustedes mismos; porque es la sangre la que hace una expiación por vida.’“ Por eso dio el sistema de los sacrificios en el Antiguo Testamento, porque había que pagar por el pecado, la paga del pecado es la muerte y había que pagar con una vida, en este caso era la vida de un animal sacrificado. Pero dice claramente “la vida de la carne está en la sangre”.

 

Entonces la vida de nuestro cuerpo físico no está solamente en el aliento de vida, el aliento de vida es fundamental pero ahí no está la vida, la vida física que tenemos realmente está en la sangre. Tenemos que tener el cuerpo, tenemos que tener la sangre que es parte del cuerpo y tenemos que tener el aliento de vida. Sin alguno de estos elementos esenciales no tenemos vida, esta vida física, esta alma viviente en la carne. La vida de la carne está en la sangre.

 

Ahora, ¿qué sucede con este aliento de vida al morir? Hay algo muy interesante, porque Salomón, el hombre más sabio que ha existido sobre la tierra habló acerca de esto, habló acerca del final de la vida. En Eclesiales 12 nos dice cosas muy importantes, en el versículo 1 donde empieza a hablar acerca de este tema, nos da una advertencia. Nos dice: “Recuerda ahora a tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y se acerquen los años de vejez, cuando dirás, “No tengo placer en ellos.”

 

Y pasando al versículo 6, hablando acerca de los días de nuestra juventud y en específico ya después acerca de los años de la vejez cuando no tengamos placer en esos años, dice: “Antes que la cuerda de plata sea desatada, o el tazón de oro sea roto, o la jarra sea rota en la fuente, o la rueda sea rota en la cisterna;...” Que son realmente alegorías de la vejez, de la ancianidad cuando ya las partes del cuerpo no funcionan como antes entonces dice lo que sucede al final. Versículo 7: “Y el polvo regrese a la tierra como estaba, y el espíritu regrese a Dios Quien lo dio.

 

Entonces nos está aclarando lo que sucede con nosotros al morir, que es exactamente el proceso al reverso de lo que ocurrió en Génesis. Adán fue formado del polvo de la tierra, el polvo al morir regresa a la tierra como estaba, por eso somos nosotros enterrados bajo tierra al morir y nos volvemos parte de la tierra de nuevo. Pero el espíritu, ese espíritu está hablando de ese aliento de vida, regresa a Dios Quien lo dio. Pero ese espíritu, ese aliento de vida, ahí no está la vida, la vida está en la sangre. Y  ese espíritu regresa a Dios Quien lo dio y es porque expiramos, porque deja el cuerpo de tener ese espíritu dentro de nosotros, ese aliento de vida dentro de nosotros. Por eso se dice cuando alguien fallece que esa persona expiró.

 

Ahora, es muy importante que entendamos la relación entre este aliento de vida, la sangre y el cuerpo. El apóstol Santiago nos aclara algo muy importante acerca de este espíritu de vida. Santiago 2:26 está haciendo una analogía y dice lo siguiente: “Porque como el cuerpo sin el espíritu está muerto, en la misma forma también, la fe sin obras está muerta.” Pero nos dice claramente que el cuerpo sin el espíritu está muerto, si el cuerpo está muerto, el alma está muerta porque el alma es un ser viviente y ese espíritu es simplemente el aliento, no es la vida, no es la sangre, no es la carne.

 

Entonces no tenemos un alma inmortal. Porque muchas personas, a través de la historia, han creído que tenemos un alma inmortal simplemente porque fuimos hechos por Dios, Quien es un ser espiritual pero no tenemos nosotros un alma inmortal, el alma que pecare morirá, y la vida, la vida física, la vida de la carne está en la sangre.

 

Vamos entonces a hablar acerca del infierno, de este lugar llamado infierno históricamente. En la Palabra de Dios, en la Biblia, la palabra infierno como tal realmente es Gehena en el griego, y esta palabra Gehena es una referencia al Valle de Himnon que era un valle en Jerusalén, históricamente,  donde se quemaba la basura y los deshechos, también se echaban incluso cuerpos muertos donde ese fuego ardía constantemente y había una quemazón constante que consumía los deshechos y ahí iban y tiraban sus deshechos las personas que Vivian en Jerusalén.

 

De allí viene ese concepto del infierno que arde siempre. Pero la palabra infierno como tal no existe en la Palabra de Dios. En realidad la palabra es Gehena que se está refiriendo a ese lugar o a un lugar como ese donde se quemaba la basura y los cuerpos muertos, es el Valle de Himnon.

 

Mateo 5:21 dice lo siguiente: “Ustedes han escuchado que fue dicho a aquellos en tiempos antiguos, ‘No cometerán asesinato; pero cualquiera que cometa asesinato estará sujeto a juicio.’ Pero Yo les digo, todo aquel que esté enojado con su hermano sin causa estará sujeto a juicio. Ahora ustedes han escuchado este dicho, ‘Cualquiera que diga a su hermano, “Raca,” estará sujeto al juicio del concejo.’ Pero Yo les digo, cualquiera que diga, “Tu tonto,” estará sujeto al fuego del Gehena.” Este fuego del Gehena es realmente la palabra que es traducida como infierno en muchas de las otras versiones de la Palabra de Dios.

 

Este fuego del Gehena es ese lugar, esa es la referencia. Pero vamos a seguir escudriñando las Escrituras para ver que más nos dice acerca del Gehena porque hay otras Escrituras que nos dicen más acerca de este lugar. De manera similar a lo que dice en Mateo 5, en Mateo 18:9 Jesús vuelve a hacer referencia a este lugar del Gehena, Hablando acerca de las ofensas. Versículo 9: “Y si su ojo le hace ofender, arránquelo y arrójelo lejos; porque es mejor para usted entrar en la vida con un ojo que tener dos ojos y ser echado en el fuego de Gehena.

 

Entonces nos da advertencias acerca de nuestra conducta y lo que sucede si no cambiamos, si no somos de manera diferente, que seremos echados en el fuego del Gehena. Ahora ¿cuál es este lugar del Gehena, fuego del Gehena, es un fuego eterno? ¿Es acaso un tormento eterno? ¿Qué tipo de vida tenemos nosotros cuando somos echados en el fuego del Gehena? Son algunas de las preguntas que tenemos que hacernos al investigar este tema del infierno.

 

Mateo 10:28 nos da una clave muy, muy importante, acerca de este fuego del Gehena. Dice lo siguiente: “No tengan miedo de aquellos que matan el cuerpo, pero no tienen poder para destruir la vida; más bien, teman a Quien tiene el poder para destruir ambos la vida y el cuerpo en el Gehena.” Por qué dice aquí en Mateo 10:28 que debemos temer a Aquel Quien tiene el poder de destruir la vida y el cuerpo en el Gehena, en este fuego del Gehena. Claramente dice que es un lugar de fuego y es donde se destruyen ambos, o se pueden destruir, la vida y el cuerpo en este lugar del Gehena.

 

Entonces la vida y el cuerpo son dos cosas separadas. Como ya habíamos establecido, el cuerpo con vida es un alma viviente pero el cuerpo sin el aliento de vida es un cadáver y ambos, tanto el cuerpo como la vida pueden ser destruidos en el Gehena. Y es muy importante lo que dice aquí en Mateo 10:28 porque dice destruir, destruir, terminar, aniquilar, no dice ser atormentados para siempre.

 

Pero vamos a Apocalipsis 14 para ver lo que dice acerca de lo que va a suceder a ciertas personas. El versículo 9 dice: “Y un tercer ángel los siguió, diciendo con gran voz, “Si cualquiera adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, el cual es mezclado sin diluir en la copa de Su ira; y será atormentado en fuego y azufre a la vista de los santos ángeles, y del Cordero.” ¿Y es acaso esto realmente prueba de que el tormento es eterno? No dice eternamente, dice “será atormentado en fuego y azufre a la vista de los santos ángeles, y del Cordero.

 

Continuemos leyendo, el versículo 11 dice: “Y el humo de su tormento asciende en las eras de eternidad; y aquellos que adoren a la bestia y a su imagen, y todo el que reciba la marca de su nombre, no tienen descanso día y noche.”” Vamos a analizar detalladamente lo que dice en este versículo porque muchas personas lo toman como que esta es la prueba de que el tormento es eterno. Dice “el humo de su tormento asciende en las eras de eternidad,” el humo de su tormento, no dice que el tormento es eterno, sino que son quemados. Es el humo de ser quemado en el fuego y azufre del que habla el  versículo 10.

 

Y dice: “todo el que reciba la marca de su nombre, no tienen descanso día y noche.”” Tal es lo que está envuelta esta marca con cada uno de nosotros, que no tienen las personas descanso día y noche, los que reciban esta marca.

 

Pero aquí nos dice, la paciencia de los santos en el versículo 12: “Aquí está la paciencia de los santos; aquí están aquellos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” Porque esto es lo que Dios verdaderamente espera de nosotros, lo que Dios el Padre espera y Cristo Jesús, que guardemos “los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” Y la fe de Jesús es creer en Jesucristo como el Salvador y creer todo lo que dijo y hacer todo lo que Él vino a instruir.

 

Es importante que nosotros tomemos una pausa para distinguir la diferencia entre los seres físicos y los seres espirituales, porque la Biblia ambas de ambos. La Biblia habla de seres espirituales, en particular de Satanás y sus demonios, quienes se rebelaron contra Dios y quienes van a recibir un juicio decretado por Dios.

 

Pero vamos a analizar en el siguiente episodio de Abre mis Ojos si es que ese juicio es el mismo juicio que se emitirá a los seres humanos porque la realidad es que la Biblia habla de la resurrección de los muertos y en el siguiente episodio vamos a estudiar lo que dice la Palabra de Dios con respecto a la resurrección de los muertos y los eventos al final de la historia de la humanidad en el Apocalipsis.

 

Pero tenemos que separar lo que son los seres espirituales y su fin y los seres físicos y también el juicio decretado. Y también vamos a hablar acerca de la resurrección, ¿la resurrección a qué? ¿A qué tipo de vida? ¿Con qué motivo? ¿Qué sucede? Y todos estos planes que están en la Palabra de Dios pero que tenemos que estudiarlos con detenimiento para separar realmente lo que son el castigo para Satanás y sus demonios del plan de Dios y el juicio que tiene para los seres humanos.

 

El día de hoy, hemos establecido que no tenemos un alma inmortal, hemos hablado de los elementos que componen nuestra vida y cómo nos creó Dios. También hemos hablado del fuego del Gehena y que la palabra infierno no está como tal en verdad en la Palabra de Dios sino que es una mala traducción. Y hemos visto que hay muchos conceptos e ideas que realmente no son Bíblicas porque no están basadas en la Palabra de Dios. Hemos analizado el contexto histórico del fuego del Gehena y también hemos hablado acerca del lago de fuego.

 

Entonces en el siguiente episodio estudiaremos más a fondo las resurrecciones, el castigo de Satanás y vamos a continuar con este tema del infierno y lo que sucede después de la muerte, pero por el momento me despido, ha sido un placer haber estado con ustedes en esta edición de Abre mis Ojos y nos vemos la próxima vez.